PASTORAL MINISTERIAL

La Pastoral Ministerial de la Diócesis de Saltillo, integrando a todos los Agentes de Pastoral desde sus distintas vocaciones y tareas, en variados espacios de aprendizaje y en múltiples experiencias de vida fraterna, promueve la formación permanente de los mismos, con el fin de edificar un Pueblo en comunión.

Este Nivel tiene tres niveles específicos:
Formación permanente del Presbiterio, a los agentes religiosos y de vida consagrada, y formación y capacitación de los agentes laicos y laicas.

Estos tres niveles específicos: garantizan  la formación permanente, doctrinal, espiritual, pastoral y metodológica de todos (as) los  agentes de pastoral; ofrecen formación inicial a los diversos ministerios instituidos y  reconocidos, incluido el proceso formativo del diaconado permanente; crean espacios de formación pastoral para los agentes religiosos y religiosas y otros miembros de la  vida consagrada; aseguran la formación pastoral de los seminaristas y su inserción gradual en la práctica pastoral diocesana y parroquial; y coordinan los institutos  diocesanos de formación de agentes de pastoral.

La Pastoral Ministerial de la Diócesis de Saltillo, integrando a todos los Agentes de Pastoral desde sus distintas vocaciones y tareas, en variados espacios de aprendizaje y en múltiples experiencias de vida fraterna, promueve la formación permanente de los mismos, con el fin de edificar un Pueblo en comunión.

CRITERIOS OPERATIVOS DE LA PASTORAL MINISTERIAL EN LA SEGUNDA FASE

1. La Pastoral Ministerial manteniendo lo que es común a todos, debe realizarse de manera diferenciada de acuerdo a las características de los distintos Agentes de Pastoral.

2. La Pastoral Ministerial debe promover la espiritualidad de la comunión, de modo que facilite el mutuo reconocimiento y valoración en los diferentes agentes.

3. La Pastoral Ministerial debe proporcionar una formación permanente en las distintas áreas de la vida de los Agentes de Pastoral.

4. La Pastoral Ministerial deberá promover una verdadera corresponsabilidad pastoral y estima de las distintas vocaciones.

5. La Pastoral Ministerial fomentará la interrelación humana y la corresponsabilidad pastoral diocesana y parroquial en los distintos Agentes de Pastoral.

6. La Palabra de Dios, los Documentos de la Iglesia y los signos de los tiempos, deben fundamentar la formación de los Agentes de Pastoral.

La Comisión para el Diaconado Permanente de la Diócesis de Saltillo, profundizando en el valor de la persona y el sentido de pertenencia

eclesial,

  • dinamiza las relaciones interpersonales entre los aspirantes y los candidatos mediante células de vida fraterna,
  • les proporciona itinerarios formativos en cinco dimensiones (doctrinal, humana, espiritual, pastoral, y conyugal-familiar),
  • y les presenta experiencias organizadas de relación con la familia, la comunidad y la parroquia,

con el fin de capacitarlos para llegar a ser el rostro visible de una Iglesia servidora que contribuya activamente en la edificación de un Pueblo en comunión.

La Pastoral Presbiteral de la Diócesis de Saltillo, interiorizando lo valioso de sus personas y de su sentido de pertenencia a la Diócesis; dinamiza las relaciones entre los presbíteros; crea experiencias de fraternidad reconciliada, que favorezca la integración de los presbíteros; proporciona un proceso adecuado de formación para el cumplimiento de su servicio y del objetivo del Plan Pastoral, con el fin de edificar un pueblo en comunión y contribuir a la construcción del Reino de Dios.

El Seminario Diocesano de Saltillo lleva el nombre de ―Seminario del Sagrado Corazónde Jesús, su propósito es ―Proporcionar a los adolescentes y jóvenes que parecen poseer indicios de vocación sacerdotal, elementos de formación humana, intelectual y cristiana, en un proceso de acompañamiento y discernimiento vocacional, para que respondan al llamado de Dios, mediante una opción libre, consciente, responsable y gozosa.

La Vida Consagrada de la Diócesis de Saltillo, interiorizando lo valioso de sus personas y de su sentido de pertenencia a la Diócesis, dinamiza las relaciones fraternas, inter-congregacionales, promueve un proceso de formación integral, crea las condiciones que favorecen la integración orgánica en la Pastoral de la Diócesis y la enriquece con su propio carisma, con el fin de edificar un pueblo en comunión, signo del Reino de Dios.